La búsqueda del sentido profundo implica el amor, no un amor como reacción emotiva, sino un amor como comprensión, como aceptación de estas leyes y, sobre todo, como colaboración con estas leyes.
…hemos retomado el concepto de amor a la sabiduría del mundo clásico, donde ese amor tampoco se reduce a un estudio de las cosas, sino a un estudio y una participación en todas las cosas que estudiamos.
Los conceptos abstractos nos alejan del mundo, nos alejan del entorno, nos alejan de la gente, nos alejan de nosotros mismos; por lo tanto también la filosofía a de ser tan activa.¿Y de qué se ocupa la filosofía?De todo: desde el momento en que se ocupa del hombre, de la realidad del hombre, y de las posibilidades del hombre, ¿cómo podemos restringir el campo de la filosofía? Sería, en este caso, la más amplia de todas las ciencias y la más amplia de todas los artes.

Y ese es el lugar del hombre: poder pensar, ponerse de acuerdo con la Naturaleza y trabajar con ella no quebrantando sus leyes. Yo le otorgaría, desde el punto de vista filosófico, un papel de apoyo y responsabilidad, jamás de destrucción y de aprovechamiento.

Esto debe partir necesariamente de una observación filosófica; no es el mero espíritu de investigación de querer saber "qué", sino es querer saber "por qué". Para esto hace falta paciencia, detenimiento y respeto por todo aquello que vemos; no es simplemente un conjunto de experiencias y ver cuántas veces se repiten, sino advertir que las cosas que están pasando, no pasan por casualidad. Esto es entender la Naturaleza y es descubrir unas leyes, una forma sistemática de acción, de la misma manera en que la aceptamos para los que nosotros llamamos seres vivos.
Esto nos lleva entonces no solamente a comprender sino a actuar.

Es imposible que la grandiosidad con que se nos ofrece cotidianamente la tierra, el cielo que nos rodea, sea el fruto de una casualidad. Sería un desperdicio que fuera una casualidad, y sería una "casualidad" que el ser humano, que tanto estudia últimamente el universo, nuestra Naturaleza circundante, no pueda por "casualidad" crear cosas similares.
Algo que ante nuestra vista, de manera clara y precisa nos demuestra que tiene ciclos, que esos ciclos se repiten pero que nunca son exactamente iguales, nos demuestra que se dirige hacia una meta. El hecho de que nosotros no comprendamos con exactitud la meta, no significa que tenga que ser casualidad. Debemos borrar el concepto de casualidad y buscar más bien las causas, las causalidades.¿Si hay una meta, por qué no la entiendo? ¿Si no la entiendo, puedo comprenderla?

Lo que sucede es que hoy el hombre está muy imbuido del término cultura, y ha separado mucho el término cultura, y su propia cultura, de la visión general de la Naturaleza. ¿Cuál sería desde el punto de vista filosófico esta relación entre el hombre, la naturaleza y la cultura, cultura y naturaleza?
Se ha hecho de la cultura un termino casi tan vacío como filosofía, una filosofía lo suficientemente abstracta como para no estudiar nada, salvo los restos que quedan de las demás ciencias. Lo que ninguna ciencia abarca, lo que ninguna ciencia puede explicar, lo deja a la filosofía, para ver cómo lo resuelve con unas cuantas definiciones vacías. Y creo que con la cultura estamos haciendo lo mismo.
¿Qué es la cultura sino el producto del hombre interior, de lo que el hombre piensa, de lo que el hombre siente? ¿Puede el hombre sentir y pensar alejándose por completo de la Naturaleza? Imposible, estamos inmersos en la Naturaleza. ¿ Podemos hacer una cultura que se aleje da la Naturaleza, podemos hacer una cultura abstracta? No lo veo fácil. Lo veo tan difícil como pensar que el mundo existe por casualidad.

Por lo tanto, si cultura es la expresión de todo aquello que vivimos, de una forma que se pueda transmitir a otras generaciones, bien sea como ciencia como arte, como filosofía, como distintas formas de pensamiento o de creencias, esta cultura está necesariamente unida a nuestro mundo circundante, al medio en el cual vivimos. Alejarla es vaciarla, ya no sería cultura.
Muchos piensan que de quererse integrar tanto a la Naturaleza, el hombre perdería su propia especificidad, o ¿cómo integrase a ella sin dejar de ser hombres, humanos?
Integrarse en ella pensando, integrarse en la Naturaleza inteligentemente es una manera de conservar la integración y la identidad. El hombre puede, y de hecho forma parte de la Naturaleza, pero también puede pensarla, puede entenderla, puede participar inteligentemente de ella. ¿Cómo perder entonces la identidad?

Sin embargo, ella está tan armónicamente unida a la Naturaleza que creo que, justamente, su manera de ser es formar parte de la Naturaleza y ser naturalmente lo que ella es. El hombre cree que para no perder su identidad debe diferenciarse, y pienso que el hombre debe ser, más que diferenciarse.
Cuando el hombre logre entenderse a sí mismo, ser verdaderamente lo que es, encontrará su auténtico puesto en la Naturaleza y nadie lo confundirá ni con una piedra, ni con una hoja, ni con un caballo.
Delia Steinberg G.
1 comentario:
El hombre salió de la naturaleza: Pero muchas veces abusa y hace daño de ella. Más pronto se da cuenta de que la naturaleza no está haciendo nada al respecto... pues sabe que a quién se está realmente haciendo daño es al propio hombre, no a la naturaleza. Más el hombre debe estudiar la naturaleza sin olvidar que forma también parte de ella, para así poder convivir ambas formas ecuánimante. No hay que olvidar, sino... que estamos provistos de diferentes capacidades para estar con armonía junto a a la naturaleza. Pero al fin y al cabo... vivimos en igualad de condiciones que todos los animales...
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